¿Recuerdan la ”mega caminata” que tuve que dar para llegar a una cena en el hotel New York New York? Sudar en frí­o tiene sus consecuencias…

Ya desde anoche me sentí­a un poco extraño, y al levantarme mis sospechas fueron confirmadas: me resfrí­e. Pero creo que, en este caso, el más molestoso sí­ntoma es esta nariz “estúpida” (tupida). Y lo que es peor…no empece a que está tupida, tiene un liqueo digno de cualquier tubo de acarreo de agua. ¿Servilletas? No me preguntes si quiero, ¡pregúntame CUANTAS quiero!

Pero eso no es excusa para no ir a hacer lo que me toca, asi que, bien abrigado y con casi 2 libras de peso adicionales por todas las servilletas, pedazos de papel toalla y demás productos derivados, hacia el show me dirigí­.

¿Cómo es posible que haya gente con tanto tiempo libre en sus manos? Esa pregunta la formulo con la esperanza de que tal vez ustedes, mis queridos lectores, me puedan ayudar a conseguir una contestación. Porque lo que van a leer y ver a continuación, sólo puede ser producto de tiempo disponible a borbotones…

Si a alguien de la audiencia le interesa un armario que mediante señales electrónicas toque los instrumentos que en él estan guardados, POR FAVOR que me enví­e un e-mail a Wilton@tecnetico.com. El saber que esto es de utilidad para alguien le devolverá el sueño a mis noches.

Para aquellos de ustedes que siguen mis secciones en radio, es posible que recuerden que he mencionado la pronta llegada de teléfonos móviles (celulares) que te permitirán ver televisión local en ellos (ya existe un servicio para usuarios de Sprint PCS que permite ver canales de cable). Pero cuando vi los teléfonos que en Korea ya se mercadean, casi me tienen que llamar a un cirujano maxilofacial; ¡por poco se me cae “la quijá”! Si los diseñadores de productos de Samsung se creen que acá vamos a andar con semejante adefesio por antena, yo creo que se van a dar contra la pared bien duro. Es más, probablemente este fue el mismo que diseño un “boombox” pero se le olvidó equiparlo para que funcionara con baterí­as (¡y esta historia es cierta!).

¿Me creerí­as si te digo que tuve uno de esos momentos en el cual me sentí­ como si estuviese viviendo mis años de adolescente otra vez. Hay varias razones por la cual esto puede pasar: 1) estas viendo fotos de la época; 2) te encontraste con algún amigo de la época causando que hablaran de eso por las próximas dos horas; o 3) te tropezaste con alguien que para aquellos tiempos se hizo famoso y que, para colmo, ¡ESTA IGUALITO! ¿De qué hablas Willis?

Me refiero a ¡Gary Coleman! El que hací­a el personaje de un niño llamado ”Arnold” en la serie de TV ”Diff’rent Strokes” (llamada en español ”En blanco y negro”).

Gente, el tipo esta igualitititititito; misma estatura (4’8″), mismo pelo, misma cara…en fin, que fue una sensación bien extraña ver a este niño…ahem…hombre como maestro de ceremonias del booth de la compañí­a nVidia. Dicho sea de paso, ¿alguien dijo ”LAN party”?…jejejeje

Luego de arduas caminatas llega la hora de regresar al hotel. Hago inventario de las servilletas, etc. que tengo y hmmm…no me habí­a percatado que gracias a la medicina que compré no habí­a utilizado tantas servilletas…¡coool! Me siento mucho mejor, aunque no del todo normal. Cuando voy saliendo por una de las ”mil y quinientas” salidas de este lugar, me topo con algo que, no se como explicarlo. ¡En serio! De veras que no encuentro cómo. Mejor dejar que la foto sea la que produzca las mil palabras.

Recuperado del shock, me dirijo la área donde se toman las guaguas, rogando al creador de que por favor no haya mucha fila ya que querí­a llegar rápido al hotel (es que, por una de esas “mega-casualidades” de la vida, mis vecinos están de visita aquí­, ¡quedándose en el mismo hotel que yo! y aprovechamos para juntarnos e ir a la torre del hotel Stratosphere. Claro, eso lo haré si la fila para tomar la guagua se termina en un tiempo razonable…

Al llegar al hotel, me tocó caminar por un área que yo no recuerdo haber transitado anteriormente. Esto quedó confirmado cuando, de repente, hice un increí­ble descubrimiento: ¡Por fin ya sé de dónde sale todo el ”spam” (mensajes por e-mail no solicitados)! (haz click aquí­ para verlo)

Hace varios meses atrás, me llegó un comunicado de prensa en el cual anunciaban la apertura de una nueva atracción en el hotel Stratosphere, lugar de la torre de mayor altura al oeste de Estados Unidos. En el tope se encuentran dos “rides” o atracciones que incluyen una montaña rusa. Antes de llegar ya tení­a pendiente ir al Stratosphere a ver la nueva atracción: una plataforma colocada justo al borde del tope de la torre en la cual te sientan y a una velocidad de 30 millas por hora, te impulsan hasta que quedes literalmente suspendido en el aire a 866 pies de altura. Que conste que yo fui a **verla** y no a montarme en ella. Yo ya me monté en el “Big Shot” (otra de las atracciones en la torre) y BAJO NINGUNA CIRCUNSTANCIA lo vuelvo a hacer.

Mis sospechas fueron confirmadas y mis convicciones fortalecidas: en esto yo no me monto ni loco.

Mañana: El momento más triste (casi) ha llegado.