Señoras y señores, si esto se llega a comprobar fuera de duda razonable, poseémos problemas.

Investigadores del Hallberg Independent Research y el Karolinksa Institute, ambos en Suecia, se dieron a la tarea de buscar una contestación a la interrogante de por qué el cáncer de piel, cuyo nombre es melanoma, ha aumentado significativamente en los pasados 30 años en áreas del cuerpo donde la piel no está normalmente expuesta al sol. Como es de conocimiento general, el melanoma es un tipo de cáncer cuya forma más común de desarrollo es mediante la exposición desmesurada al sol, entre otras.

Por otro lado, el aumento en cáncer del seno también ha sido notable durante ese mismo perí­odo de tiempo.

Sin embargo, eso no fue lo único que intrigó a los investigadores, cuyo trabajo fue publicado en la edición de junio de la revista Pathophysiology (enlace al estudio).

¿Por qué la incidencia es mayor en el lado izquierdo del cuerpo que en el lado derecho?

Es entonces que estos llegaron a una sorprendente e inesperada explicación que a continuación espero explicar de una manera sencilla.

Pero antes, hablemos de tu cama.

Es el lugar donde (se supone) descanses y, dependiendo el caso, te diviertas.

En adición al acolchonado que la hace ideal para ayudarte a lograr lo anteriormente mencionado, su construcción interna consiste de materiales que ayuden a soportar y manejar tu peso.

Dependiendo del lugar del planeta, su construcción y materí­ales varí­an grandemente: en América predomina el uso de resortes o “springs”  de metal, mientras que en oriente, particularmente en Japón, sólo se usa material que tenga la suavidad y consistencia suficiente para soportar el peso del cuerpo sin el uso de metal (“Shiki futon“). De hecho, el colchón se coloca directamente sobre el piso, contrario a occidente en que se acostumbra el uso de una plataforma para elevar el colchón del piso.

Habiendo establecido el asunto de la cama, hablemos de otra cosa: la televisión y la radio.

LA RADIO FM, LA TELEVISIÓN Y TÚ

Sí­, la televisión y la radio FM, no el televisor y el radio FM.

La señal de televisión y radio FM es transmitida por ondas de radiofrecuencia que, en la mayorí­a de los casos, se requiere de una antena para que sea recibida adecuadamente por un televisor. Sólo hay que tratar de ver algún canal en un televisor sin que tenga una antena conectada para darse cuenta de lo importante que es una antena.

En especí­fico, una antena es uno o varios pedazos de metal especí­ficamente diseñados para corresponder a la longitud de la onda que es transmitida. Esta es la razón por la cual, por ejemplo, una antena de televisión por satélite es distinta a una para televisión convencional, que a su vez es distinta a la antena que tiene integrada tu celular. En otras palabras, una antena para cada tipo de señal.

Cuando la onda o frecuencia de radio llega al metal, este “resuena” o responde a la radiación emitida por la antena transmisora, dando lugar a que esta amplifique dicha onda de radio, sea TV o radio FM.

En una situación tí­pica, la amplificación de la onda que ha sido transmitida es llevada por medio de un cable hasta el aparato receptor, en este caso un televisor o un radio FM, y es ahí­ donde podemos ver la imagen y/o escuchar el sonido. En resumen, el trabajo de una antena es recoger y amplificar la señal para la cual está diseñada.

¿Qué tiene que ver esto con una cama? Ahora lo vas a saber.

LA CAMA QUE ME ARRULLA (¿Y ME DA CíNCER?)

Los investigadores descubrieron que el metal de los resortes o “springs” de una cama tí­pica del hemisferio occidental (entiéndase América) compone o equivale a la mitad de la longitud de la onda emitida por las estaciones de televisión y radio FM. En otras palabras, y según los investigadores de nombre Orjan Hallberg y Ollie Johansson, estamos durmiendo sobre la mitad de una antena para sintonizar televisión y radio FM.

Los cientí­ficos determinaron que al dormir en camas que incluyan un “box spring”, en efecto estamos durmiendo sobre una antena que amplifica la intensidad de la radiación emitida por estaciones de radio y TV desde el final de la década de los años 40.

Y mientras dormimos, nuestro cuerpo recoge la radiación amplificada por el metal en la cama, que es irradiada a unos 75 centí­metros o 29.5 pulgadas aproximadamente. Entonces, el lado en el cual descansas tu cuerpo es el lado que más cerca está del metal, y por ende de la radiación, de acuerdo con Hallberg y Johansson.

¿Y qué pasa en oriente, dónde no se utilizan colchones con resortes o “box spring”? De acuerdo al estudio, especí­ficamente en Japón no hay correlación entre la incidencia de melanoma y cáncer del seno como en occidente ni tampoco prevalece un lado del otro. Por otro lado, la incidencia de cáncer de seno es significativamente menor que por acá (sólo 3 por ciento comparado con Suecia) y la de cáncer en la próstata en Japón es tan sólo un diez por ciento de las cifras registradas en Estados Unidos.

La información sobre el estudio a la cual tuvimos acceso no menciona qué rol puede tener otros aspectos como lo es la alimentación y otros aspectos del estilo de vida de los nipones. Lo que sí­ menciona es que en Japón la televisión se transmite por una frecuencia distinta a la que se usa en varios paí­ses de América, incluyendo Estados Unidos (87-108 megahertz). Eso, en conjunto con el hecho de que sus camas no integran resortes o “coils” de metal pudiera ser la explicación de porqué allá la incidencia de cáncer es menor que por acá, de nuevo, según este estudio.

De esto probarse sin que quede ninguna duda, tal parece que entonces tendremos que recurrir a uno de dos remedios: reemplazar el colchón por uno que no integre metal o reorientar nuestra cama en lado contrario a donde hayan torres de transmisión de radio FM o TV.

Pero mi precupación no sólo se sostiene, sino que aumenta por el lugar donde vivo, y me refiero a Puerto Rico.

No sé si sabí­as este dato, pero Puerto Rico es el territorio donde más estaciones de radio y televisión hay per cápita. Por otro lado, el cáncer es la segunda causa de muerte en la isla, después de las enfermedades del corazón.

¿Ahora ves el porqué del aumento de mi preocupación?

¿Qué opinas tú?