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Dí­a 3: ”¿Y esto, qué es?”

Y es que estoy de carreritas. ¡Pero no por lo que tu piensas! Lo que pasa es que me entregaron las maletas tarde y apenas tuve una hora para prepararme (bañarse, vestirse, etc.) para assistir al discurso que inaugura el CES y que estará a cargo de don Bill (Bill Gates, you know, the “Big Kahuna”…).

Bueno, “a juyir krispí­n”. Tengo mi cámara, mi “pocket pc” para tomar apuntes, chavos para el taxi. Sí­, creo que estoy “ready”. Casi arruino mi vestimenta para llegar corriendo al área para tomar un taxi. Qué raro…hay fila para tomar taxi en un hotel en Las Vegas. No sé por qué me extraña…

Afortunadamente, llegamos bastante rápido ya que la distancia entre el hotel donde me estoy quedando y el “Hilton Theater” (lugar donde se llevará a cabo el discurso) es corta (claro, ¡si estas “montao” sí­!). Luego de entrar por el “lobby” del Las Vegas Hilton, miro una extensí­sima fila divisible desde el casino que esta justo en la entrada del hotel. Me digo a mi mismo: “Y esto, ¿qué es? ¡Ah!, eso debe ser para algún show que debe estar por comenzar”. Perdido, me dirijo a un empleado del hotel y con inocencia pasmosa le pregunto: “¿cuál es la manera más rápida de llegar al Hilton Theater?” Su contestación fué: “Fácil. ¿Ve esa fila? Sólo hágala y eventualmente llegará.” Le hice la observación de que yo vení­a al “speech” de Bill Gates y no al show de los “Fab Four” (creo que no es necesario aclarar este punto…). ¿Su contestación? “This line ain’t for no Fab Four!”. ¡Ay tití­!”.

Sin pensarlo mucho, me dirigí­ hacia alguien que luciera algún vestigio de autoridad para identificarme como prensa y ver si, por alguna casualidad, tendrí­a suerte de entrar. ¡Qué suerte tienen los que no se bañan! (bueno, en este caso yo sí­ me bañé, ¡que conste!) Como alma que lleva el diablo me llevaron hasta un área reservada para la prensa. Ni me atreví­ a mirar pa’ ‘trás…

Ding, dong…ding, dong…ding, dong…Son las 7:00am. ¡Pero no en Las Vegas! Esa es la hora en Puerto Rico (quí­tale cuatro horas y sabrás la hora obscena que realmente es). El que me levante a esta hora no quiere decir que estoy desvelado. Es que es hora de preparar el contenido de mis intervenciones de radio en Cima y Mega a las 8:00 y 9:00 a.m. respectivamente. Me levanto y tras dirigirme hacia el baño para por lo menos lavarme la cara y que eso me ayude a aclarar la “voz 33” que tengo luego de levantarme, su Tecnético presente por poco regresa a Puerto Rico en silla de ruedas…y es que tropecé en la obscuridad con la “primera muda” de información (o sea, el bulto que traje ayer con toda la información inicial para la prensa) y en plena obscuridad “he visto las estrellas”.

“¡¡Sóbate, sóbate!!”

Luego de recordarme cogerlo suave al emprender las caminatas que me esperan el dí­a de hoy, empecé a sacar toda la información del susodicho bulto para: 1) escoger los productos para las intervenciones de radio que me tocan hacer; y 2) no volver a “tropezar de nuevo y con la misma piedra”.

Completadas las dos intervenciones, tení­a ante mí­ una gran decisión: ¿me vuelvo a acostar para tratar de dormir un poco más (recuerda, son las 5:30 de la madrugada) o me quedo despierto analizando toda la información de productos nuevos, tecnologí­as impresionantes…en fin, la sangre que corre por las venas de cualquier “tecnético” o “tecnética”?

Hmmm…

Con gran emoción tiré encima de la cama toda la literatura en busca de lo mejor en tecnologí­a para hacer una lista de los “booths” o áreas de exhibición a los cuales no debo dejar de ir. Son las 6:00 a.m.

¿Qué culpa tengo yo que sean las 1:00 p.m. y haya pasado por alto dos comidas?

Mañana: “Cosas veredes Sancho” (parte 1) y a caminar 2.7 millas y pescar (un resfriado).

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