Últimamente me ha tocado viajar mucho, y de ahora en adelante luce como que será la norma.

A medida que mi no muy voluminoso “equipaje” ha ocupado un asiento tanto de clase económica como “business class” y(sí­, he sido muy afortunado) primera clase, he podido conocer lo “variada” que puede ser la experiencia de surcar los aires a más de 300 millas por hora y cambiar de zonas de tiempo.

Creo que hasta ahora las dos mejores experiencias que he tenido han sido a bordo de un Boeing 767-400 de Delta Airlines en un viaje de Atlanta, Georgia, EE.UU a Munich, Alemania, durante el cual pude literalmente acostarme en mi asiento, y en un Boeing 777-200 de American Airlines de Miami, Florida, EE.UU. a Buenos Aires, Argentina,  un avión de techo alto, y por ende, espacios abiertos, lo que ayuda grandemente a reducir el uno sentirse como sardina en lata.

Pero ninguno se podrí­a comparar con lo que Airbus está planificando para el futuro.

Wow. ¿Por dónde empezar?

El proceso de entrar al avión o “check-in” usando biométrica. El sistema de manejo de equipaje. Los asientos que automáticamente se reajustan de acuerdo a múltiples parámetros, que se reparan y limpian solos y hasta recogen la energí­a que produce el calor del cuerpo humano para ser reusada en el avión. El sistema de entretenimiento holográfico. Wow.

¿Y qué me cuentas del área central del avión en donde hay una proyección en ví­deo del globo terráqueo y una imagen holográfica de por donde el avión está pasando en ese momento? ¡Ah, y lo que se puede hacer en esa área! Jugar golf, realizar presentaciones y hasta compartir en un bar.

¡Y el avión es de techo transparente! (¡Sufre Mujer Maravilla!)

Mejor no digo más nada. Sólo mira el ví­deo.

Aquell@s de ustedes que quiera ir conmigo en el vuelo inaugural, por favor apúntense en el área de comentarios. Yo pago*. =^_^=

*Siempre y cuando me convierta en millonario. Oferta válida hasta el 31 de febrero de 2011½.