BARCELONA, ESPAí‘A – Sí­, al que más y al que menos le ha pasado o por poco le pasa.

Me refiero a que el celular o móvil caiga en las aguas turbulentas de un inodoro, una piscina, rí­o u océano. Y como es de esperarse, casi siempre inicia el discurrir de otro cuerpo de agua: el de las lágrimas del dueño porque sabe que hasta ahí­ llegó la vida de su querido equipo de comunicación portátil.

¡Ah! Pero entonces resultó ser que lo pudo sacar a tiempo del agua y retirar la baterí­a. “Con sólo dejarlo que se seque por unas horas deberá ‘resucitar‘”, pensó. Es entonces que lo enciende y…nada que ver. No hace ni “pí­o”.

“No importa. ¡Mañana lo llevo a garantí­a! ¡De seguro que no se dan cuenta que se mojó!“, escucha en su interior una voz decir. Es entonces que llega al lugar de la garantí­a, le explica que “dejó de funcionar de repente“, y luego de llevárselo a la trastienda, regresa el dependiente con cara de pocos amigos y le dice: “esto no tiene garantí­a por que se mojó. Mire el sello“. Y es entonces que siente que la calle…no, la avenida de la amargura discurre por su garganta gracias al trago amargo que significa saber que tendrá que gastar sobre US$400 en un móvil nuevo ante la inevitable prueba de que, en efecto, este se mojó, y el sello interior diseñado especialmente para probar este hecho así­ lo comprueba.

Pero pronto esto será cosa del pasado.

Gracias a la nanotecnologí­a y a avanzados procesos durante la manufactura de equipos, el que un equipo móvil se dañe por humedad muy pronto será historia. Varias compañí­as ya están en conversaciones con los manufactureros para que empiecen a ofrecer equipos móviles que sean hidrofóbicos, o sea, que este sea repelente al agua.

Una de estas compañí­as es P2i (“Perform, Protect, Improve”), oriunda de Inglaterra, y presente en el Mobile World Congress para convencer a los fabricantes de celulares y tabletas que su sistema Aridion es el que deben integrar en la manufactura de estos.

Aridion, es un nano-recubrimiento repelente a lí­quidos para dispositivos electrónicos que se aplica a los equipos al encerrarlos en un cuarto o cámara al vací­o. Al ser en forma de un gas que ha sido, según P2i, “ionizado por un pulsado especial”, este se convierte en una capa de un material llamado “polí­mero” que penetra todos los rincones del equipo (a nivel más que microscópico, nanoscópico) para proteger el equipo contra lí­quidos y humedad. Tan delgada es esta capa de polí­mero Aridion que la misma es mil veces más delgada que un cabello humano. Mira este ví­deo:

Un aspecto interesante de Aridion es que este se aplica luego de que el producto es ensamblado. De acuerdo a P2i, los competidores de Aridion requieren que los equipos sean tratados antes de ser ensamblados, potencialmente aumentando el costo y tiempo de fabricación. Otro dato importante es que al aplicarse luego de que el equipo haya sido ensamblado, Aridion no altera su funcionamiento o aspecto.

Ya más de nueve millones de dispositivos electrónicos están protegidos por Aridion, incluyendo smartphones, tabletas y dispositivos auditivos.

P2i nos proveyó con una muestra de papel sin tratar con Aridion y otra tratada con este material y el resultado puede claramente verse en esta foto:

La compañí­a no indicó si Aridion habrá de estar disponible para equipos existentes mediante un tratamiento que se aplique luego de la compra por parte del consumidor. Más bien, Aridion es para aplicarse durante la fabricación de los mismos, por lo que serán equipos futuros los que habrán de estar protegidos de fábrica por Aridion.

TODOS LO QUIEREN

De acuerdo a un estudio solicitado por P2i, sobre el 50% de los usuarios de teléfonos móviles esperan que sus equipos sean repelentes al agua.

El estudio arrojó que muchas personas tienen sus teléfonos móviles con ellos la mayor parte del dí­a, hagan lo que hagan. Los españoles y los británicos resultaron ser los más propensos a llevar sus teléfonos móviles a un pub o a la cafeterí­a (88 y 85 por ciento, respectivamente) que los franceses (67 por ciento), alemanes (60 por ciento) o americanos (56 por ciento), aunque fueron los americanos (12 por ciento) los más propensos a derramar alcohol en sus teléfonos.

El agua fue el lí­quido más común, con un promedio del 30 por ciento de los encuestados confirmando que se les habí­a caí­do en el teléfono móvil, seguido por el café (13 por ciento) y el té (8 por ciento) en segundo y tercer lugar. Sorprendentemente, los hombres fueron más propensos a verter café en su teléfono que las mujeres (16 y 11 por ciento, respectivamente).

“Los teléfonos móviles no solo son susceptibles a derrames accidentales en pubs o cafeterí­as. Reflejando el creciente papel que desempeñan en nuestras vidas, esta encuesta descubrió que como media los teléfonos son rescatados de la lluvia (64 por ciento), la nieve (59 por ciento) e incluso de la ducha (8 por ciento) y la sauna (3 por ciento), lo que supone un riesgo para el teléfono expuesto a la humedad que puede causar daños a largo plazo”, dijo el Doctor Stephen Coulson, director de la tecnologí­a producida por P2i acerca de los resultados de la encuesta. “Hay una demanda muy real para que estos dispositivos puedan ser compatibles con prósperos estilos de vida. Los teléfonos ya no se dejan en la mesa de la oficina, sino que nos acompañan allí­ donde vayamos”, dijo el cientí­fico.

Cuando se trata de exponer un dispositivo móvil a los elementos externos como la arena y el mar, los españoles (77 por ciento) y los franceses (72 por ciento) son los más propensos a llevar sus teléfonos a la playa. Solo el 47 por ciento de los encuestados de Estados Unidos llevan sus teléfonos con ellos para sentarse a la orilla del mar.

El Doctor Coulson añadió: “No es una sorpresa que como media más de la mitad de todos los encuestados (51 por ciento) esperen que la protección para el agua se incluya como estándar cuando compren un teléfono móvil. Sin ello, los usuarios no solo necesitan evitar que el lí­quido entre en contacto con el teléfono sino tener que considerar el riesgo “oculto” de humedad que puede causar la corrosión, dañar el teléfono, sus componentes y, a menudo más importante aún, el contenido y los datos guardados en él”.

Cuando se pregunta qué aplicaciones podrí­an echar más en falta si su teléfono móvil dejase de funcionar, el Reino Unido es claramente un paí­s de fanáticos del texto, con un 63 por ciento de los encuestados citando los mensajes de texto sobre cualquier otra función. Los descubrimientos de las otras naciones mostraron que la capacidad de llamar a otras personas era lo que más echarí­an en falta.