Usé Uber por primera vez, y francamente, ya entiendo el miedo de los taxistas y transportistas
Durante mi estadía en Nueva York como parte de nuestra cobertura de un evento de Google, surgió la necesidad de transportarme lo más rápido posible desde Skylight Modern en la calle 27 oeste entre la 10ma. y la 11va. avenida, lugar donde se estaba llevando a cabo el evento, hasta la Ave. Madison y la calle 51, lugar donde se encuentran los estudios y oficinas de Univisión Radio para el usual segmento semanal en WADO 1280 AM.
Normalmente hubiese tomado el Metro o subterráneo, pero en esta ocasión no había tiempo. La cobertura del evento de Google se había extendido más de la cuenta y había que llegar a la emisora en o antes de las 5:30. Mi reloj marcaba las 4, y a esa hora el tránsito en Manhattan, el corazón urbano más conocido de Nueva York estaba de la manera usual: imposible.
Es entonces que se me ocurre que esta era la excusa perfecta para probar qué tal funciona Uber, el servicio de transportación privada e independiente que se espera próximamente llegue a Puerto Rico y que donde quiera que se establece ha causado controversia y hasta enfrentamientos con servicios establecidos por décadas como taxis y proveedores similares.
Todo funciona por medio de un app en el cual te registras, y utilizando los sensores y sistemas de comunicación del teléfono, este te permite conseguir de manera fácil y rápida un auto que te transporte. En el app ves cual es el nombre del chofer (y el chofer sabe tu nombre y ve tu foto, si la has puesto en tu perfil), la descripción del vehículo que conduce, cuanto te va a costar la corrida luego de que automáticamente (gracias a GPS) sabe dónde estás y le hayas indicado hacia donde vas, y en un mapa podrás conocer en todo momento por dónde va tu chofer. No hay manejo de dinero entre el chofer y el pasajero ya que el pago se hace directamente por el app. Ah, y no tienes que dar propina ya que todo está incluido en el costo del transporte.
Ambos choferes fueron amables, serviciales y muy conversadores. Los autos estaban limpios y tanto el Toyota Camry como la Odyssey de Honda estaban limpias y parecían ser modelos recientes.
Uber ofrece varios niveles de servicio. Desde el servicio básico de ir de punto A a punto B de la forma más rápida, práctica y eficiente hasta el nivel de lujo, con autos a todo dar, perfectos para sorprender a una pareja en una cita.
Señoras, señores, les digo una cosa: ya entiendo el por qué la controversia y los líos con quienes hasta ahora se encargan de carretearnos de aquí a allá. Usar Uber me abrió los ojos. Esto es el fin de la transportación pública como la hemos conocido, y a esto sólo tengo una cosa que decir: ¡YA ERA HORA!
Nuestros queridos taxistas y transportistas del lugar donde vivo, Puerto Rico, que no me cabe duda que la mayoría son gente trabajadora, honesta y que de sol a sol batallan con el costo del combustible, los costos de operar su servicio y demás problemáticas inherentes a la profesión, no supieron mantenerse al tanto de los vientos de cambio que la tecnología hace que en el mundo en que vivimos soplen y se han convertido en víctimas. No dudo que este caso sea el mismo en ciudades alrededor del mundo.
Pero es que la transportación en taxi y servicios similares no ha evolucionado en nada. La mayoría de las veces, hay que pagar en efectivo. Uno puede explicar la dirección hacia donde va, pero cuando el taxista no sabe, uno se siente extraño y desorientado. Y si sabe dónde es (pero uno no), siempre está la duda de: “¿me estará llevando por la ruta más corta o estará ‘dando rueda’ para que el metro corra y el costo suba innecesariamente?
Tal vez, para mi, el pagar en efectivo es lo que más estrés me causa. Es engorroso e inconveniente, pero peor aún son aquellos dentro del oficio que para nada lo respetan, con trucos y engaños para sacar más dinero del que merecen o sabrá Dios qué. Me pasó en Barcelona que tras llegar al aeropuerto, le indiqué al taxista que habría de pagar con tarjeta. Este se molestó e insistió que fuese en efectivo. Le indiqué que para eso tendría que ir a un cajero automático y que me tendría que esperar. Es entonces que mágicamente abrió una gaveta y ¡zas! Apareció la máquina portátil de procesar tarjetas.
Regresando a la situación local, el tomar un taxi generalmente no es una opción para quienes aquí vivimos. Es caro, anticuado e inconveniente, particularmente cuando lo único que se tiene a la mano a pagar es una tarjeta, y ya sabemos que la gran mayoría no las acepta.
En cuanto a mi experiencia, les cuento que usarlo más fácil no pudo ser. Saqué mi teléfono y ejecuté el app de Uber. Este determinó mi localización, y tras confirmarla e indicar el destino, pude ver en la pantalla todo lo que necesitaba saber para estar tranquilizarme, estando seguro de que el chofer estaba de camino. ¡Hasta me decía el tiempo estimado que este tardaría en llegar!
Sí tengo dos cosas que decir que creo que todos deben de saber.
La primera es que si la ruta se complica demasiado y el chofer entiende que no habrá de llegar a tiempo, este puede cancelar el llamado, aún estando relativamente cerca. Lo sé porque me pasó a mi. Por esta razón hay que estar bien pendiente al app ya que de esto suceder, será necesario realizar otra petición.
Por otra parte, está el hecho de que dependiendo del nivel de demanda por el servicio al momento de usarlo, el costo (que varía de ciudad en ciudad) podría aumentar considerablemente. En mi caso, la primera vez que lo usé hubo un aumento de un 1.2 veces, lo que significó que en vez de costar US$17.26 por 2.76 millas (4.4 kilómetros), el total ascendió a US$20.71, un aumento de US$3.45, lo cual consideré como algo que podía entender.
En el segundo viaje, que ocurrió a eso de las 6 de la tarde y fue de la sede de Univisión Radio al hotel Wyndham New Yorker en la 7ma. Avenida con la calle 34, un total de 1.68 millas, Uber requirió un aumento de 2.8 veces el costo, por lo que el aumento en precio en esta ocasión fue astronómico: de US$15.78, el viaje totalizó US$44.19, casi US$29 por encima de lo normal. Esta vez, ¡el aumento en precio por demanda sí que me tomó trabajo entenderlo! Ouch…
Como mencioné, este aumento puede ocurrir dependiendo de cuantas personas estén utilizando el servicio en ese momento. Cuando esto ocurre, el app de Uber se encarga de notificar esto de forma prominente, y partir de ese momento uno tiene que ingresar la cantidad del aumento indicado como forma de confirmar que se está consciente del mismo.
No puedo negar que el aumento en costo del segundo viaje fue brutal, pero así es que funciona el mercado: oferta y demanda. Aún así, volvería a usarlo sin pensarlo ya que entiendo el asunto capitalista envuelto en esto.
Encontré que Uber es rápido, confiable, razonable en sus precios y la chulería y novedad de ver cómo transcurre todo gracias a la magia de la tecnología no deja de ser sorprendente y un claro ejemplo de lo que es posible mediante esta. No es de sorprenderse que los amigos taxistas están preocupados y hasta combativos. Por que sí, estos ya están de armas tomar con el asunto de la llegada de Uber a San Juan, Puerto Rico.
¿Por qué los gremios que reúnen a los taxistas no contrataron a tiempo a alguien que los asesorara y les explicara lo que está pasando en el mundo tecnológico y cómo esto habría de afectar su mercado? La única contestación a esta pregunta es la siguiente: falta de visión.
Pero Uber no es una solución mágica que satisface a todos. Uno de los choferes de Uber con los que hablé en mis viajes se quejó de que apenas hace suficiente dinero para compensar el trabajo. Además, criticó el hecho de lo fácil que es en la ciudad de Nueva York el perder dinero con tan sólo detenerse a recoger a un pasajero en el carril para autobuses (la multa es de US$300). Una multa de ese tipo y adiós a la posibilidad de tener ganancias por mucho tiempo…
También parece haber gran descontento entre los choferes de Uber en San Francisco, California, especialmente la modalidad UberX (que fue la que usé en Nueva York). Estos se han organizado para protestar contra Uber, acusandolos de “explotadores”, y exigiendo el derecho de rechazar pasajeros borrachos y que muestren un comportamiento rudo y poco civilizado. Además, estos alegan que el sistema de “rating” o calificación que usuarios de Uber utilizan para determinar la calidad del servicio afectan injustamente a los conductores de Uber y que esta compañía “se roba las propinas”. Una protesta similar también ocurrió en Seattle, Washington.
Espero que tanto Uber como sus trabajadores resuelvan sus disputas, ya que Uber es una idea revolucionaria, un perfecto ejemplo de la increíble y poderosa flexibilidad de la tecnología. Y sus competidores Lyft, Sidecar y otros de seguro continuarán innovando, dejando aún más distantes en el retrovisor del avance tecnológico mundial a los taxistas y transportistas, quienes no supieron mirar hacia al frente y estar pendientes a lo que para ellos se convertiría en un obstáculo en la superautopista de la información, vía de comunicación que existe desde hacen décadas. El servicio y su forma de operar no son perfectos, pero es necesario pasar por este proceso, donde la innovación busca cambiar el estado actual de las cosas.
Ya entiendo por qué el miedo, y si yo fuera taxista o transportista que no ha estado al tanto de los avances tecnológicos y cómo estos afectan mi profesión, sin duda también estaría asustado.
7 comentarios
Para las personas que viajan o necesitan de Uber esta bien porque cobran más barato. Pero para los que trabajan alli es una explotación gastas tu carro, solamente tu,llevas todos los gastos, ese manojo de dueños de Uber no ponen nada, además las compañías de taxi pagan mucho dinero a la ciudad y Uber no paga nada. Además tu como chofer de Uber no tardas mucho tiempo porque los clientes te van a calificar, si no llevas agua para el cliente ya te bajo tu rating. Uber es un explotador yo trabajé 4 semanas y me corrieron. No tienes derecho de hablar con nadie como chofer, cuando tu sientes ya estas fuera de Uber. SI SON EXPLOTADORES Y TE HUMILLAN AL CORTARTE TU TRABAJO, GASTAS TU CARRO POR LO BARATO QUE ES. Para ganar dinero tienes que trabajar demasiado, mucho cuidado con los clientes porque por cualquier cosa te ponen en mal.
`¿Ya liquidaron UBER en España??
Fuera!!
Pero Wilton 1.6 millas a $44.19 en 23 minutos . Cual es el avance? Con un paso mongo a pies hubieses salido mejor y $44 para refrescarte. Si vienen asi de abusadores aqui que ni vengan que le va a pasar lo mismo que a Starbucks.
En circunstancias normales, DEFINITIVAMENTE que me hubiése ido caminando. Pero cuando tienes un bulto con tu equipo de trabajo (que pesa un montón), otro con los nuevos productos que Google acaba de darte (que también pesan) y dolor por aún tener encima el Chikungunya, pues la verdad es que el no caminar era para mi la mejor opción.
Recientemente utilice UBER en Nueva York. Definitivamente es la mejor experiencia de transportación que he tenido en mi vida. Yo utilice el servicio desde el aeropuerto. Y les puedo decir que fui recogido por una limusina Escalade del año y hasta con agua para los pasajeros y todo. El viaje duró alrededor de 1hr 10 min ( Por el tráfico) y solo me salio $45. El servicio simplemente brutal. Tanto me gustó, que lo utilice más de 8 veces. Y en todas las ocasiones el viaje fue placentero. Este servicio se lo recomiendo a cualquiera. Es super facil.
No entiendo como, escalade o limosina entra en categoría uber black o suv. Y si es uber black sin contar las millas que son a 3.75 por milla son 52.50 y eso tambien sin contar si hubo “surge” y sin contar peaje. So porque ese precio?
Discrepo. Los taxistas no tienen nada que temerlo a los propuestos servicios de íœber y TUPon. Son servicios casi totalmente diferentes a los que ofrecen los taxistas. En San Juan, casi todos los taxis ofrecen servicios en el LMM y los hoteles. No están “cruising” buscando pasaje en las avenidas principales o los suburbios. Han escogido esos mercados casi exclusivamente. íœber y TUPon en Puerto Rico ofrecen asumir el riesgo de crear nuevos mercados que hoy ni existen ni son atendidos por los taxistas. El “overlap”, si alguno, sería mínimo.
Taxistas en otras jurisdicciones sí se han quejado de íšber porque el overlap es mayor porque allá sí los taxis están “cruising” buscando el pasaje. De hecho, porque así lo hacen andan en vehículos híbridos o de alto rendimiento MPG porque el “cruising” consume gasolina sin compensación. En PR andan en vanes y sedanes de 10+ años porque en la fila de LMM o de un hotel no se consume casi gasolina.
Aún en esas otras jurisdicciones, el servicio de íœber es un tanto distinto al del taxista. Los taxis te cobran físicamente al final de cada viaje, íœber te cobra automática y virtualmente. Si llamas un taxi, tienes que describir dónde estás y sperar pacientemente. En íœber ellos saben tu GPS y tu chofer te llama para informarte cuán cerca está, entre otras grandes diferencias.
El servicio de TUPon no solo es uno nuevo y diferente sino que ayudará a alimentar al Tren Urbano de nuevos pasajeros, ayudándolo a autosostenerse y a reducir la carga sobre el contribuyente.
Salvo que los taxistas piensen ofrecer servicios que hoy no ofrecen, no tienen mucho que temerle a íœber y a TUPon mientras aguardan en fila por el próximo pasajero en el LMM o el hotel donde se encuentren.