Las opiniones que giran alrededor del QR Code se pueden agrupar en dos grandes segmentos.

Por un lado, se encuentran los que sentencian que es una tecnologí­a que “pasó de moda” o “está muerta” al no lograr el impacto que se esperaba a nivel masivo, y por otro los que afirman que es una herramienta de mercadeo móvil con muchas posibilidades y que es un error ignorarla. Sin embargo, en el medio de estos dos puntos de vista emergen empresas que apuestan por integrar estos códigos en nuestro diario vivir.

QR Code es la abreviatura de “Quick Response Code”, que se traduce en español a código de respuesta rápida. Este es un sistema que almacena información en una matriz de puntos, parecida a los códigos de barras que se encuentran en miles de productos de consumo y que por ejemplo, se pasan por un escáner en el supermercado o farmacia para conocer su precio. Estos códigos están hechos en dos dimensiones y con una aplicación en el teléfono inteligente o tableta se pueden reconocer y obtener la información.

Los usos y datos que se pueden incluir son innumerables, y aprovechando esta versatilidad en China se inició un plan piloto dirigido a la población de adultos mayores. Con el paso de los años se comienza a tender dificultad en aprender cosas nuevas o se necesita más tiempo para recordarlas. Esto sin contar la pérdida de memoria que sufren muchas personas de la tercera edad a consecuencia de alguna enfermedad. Por eso, en la provincia de Anhui se le colocó un brazalete con QR Code a ocho voluntarios para estudiar su efectividad cuando no puedan regresar a sus casas por olvido o necesiten recordar un detalle importante.

En el brazalete está escrita la frase “favor de escanearla y ayúdeme a regresar a mi casa”. La persona que lo desee ayudar escanea el código del tamaño de un sello postal y conocerá el nombre de la persona y el numero de contacto de un familiar. La meta es que este plan piloto se extienda a 1,400 personas en 60 vecindarios. Desde que se dio a conocer la noticia cientos de personas se han mostrado interesados en esta tecnologí­a, y no es de extrañar, conociendo que China tiene una gran población longeva.

PARA TODAS LAS EDADES

No obstante, el mismo principio de tener en un QR Code información personal que puede ser de utilidad en caso de una emergencia se aplica a personas de cualquier edad. En Francia está disponible el brazalete 2BEID y se mercadea como una herramienta “indispensable” en caso de que tengas un accidente y quedes inconsciente, sufras un quebranto de salud o incluso en los niños en caso de que se extraví­en.

Los creadores del 2BEID promueven que es muy sencillo y rápido obtener la información. Con activar la aplicación para escanear el código en el teléfono inteligente o tableta aparece en la pantalla, en segundos, el número a llamar y el nombre de la persona contacto.

¡HASTA EN LOS CEMENTERIOS!

Pero indiscutiblemente el uso más curioso que recientemente se le está dando al QR Code lo encontramos en Uruguay. Allí­ la comunidad judí­a anunció en marzo de este año que en su cementerio en la ciudad de La Paz colocarán estos códigos en las lápidas. En entrevista con el periódico uruguayo El Paí­s, Uri Korytnicki, uno de los responsables del proyecto, dijo que de esta forma las nuevas generaciones podrán tener accesibles fotos, ví­deos y comentarios relacionados con su ser querido.

Así­ que por el momento el QR Code continúa vivo. Aunque si bien es cierto que ha tardado en incorporarse a nuestra cotidianidad, estos ejemplos muestran que se sigue tomando en cuenta para el desarrollo de nuevos proyectos.