Cada vez que me voy a afeitar, la misma pregunta aparece en mi mente mientras que a fuerza de un objeto cortante que deslizo en mi piel, trato de que desaparezcan (o al menos reducir) los vellos de mi cara: ¿cuando dejaremos de afeitarnos de la misma forma que, para propósitos prácticos, lo hemos estado haciendo por miles de años?

La contestación parece haber llegado: y su nombre es “Skarp”.

Skarp no es una rasuradora que en vez de dos, tres o cinco navajas tiene diez. De hecho, no tiene ninguna.

En vez, usa un láser de tipo IPS (“Intense Pulse Light”), tecnologí­a inventada en 1989 por precisamente uno de los responsables de Skarp, para lograr lo que muchas rasuradoras prometen y no necesariamente siempre logran: una afeitada sin rasguños, irritación (“razor burn”), infecciones, comezón y cortadas accidentales.

Pero eso no es todo.

Skarp también promete que el proceso de afeitado por láser no requiere presionar o realizar mucho esfuerzo para la afeitada, reduce o elimina el uso de agua (perfecto para cuando uno está “en la calle” y necesita acicalarse rápidamente). Como si fuera poco, es amigable al ambiente porque contrario a las navajas de hoy dí­a, que son difí­ciles de reciclar por razones de salubridad y terminan en el vertedero, en una rasuradora Skarp no hay nada que desechar. Según los creadores de Skarp, se estima que 2,000 millones (sí­, dos billones) de rasuradoras son tiradas a los vertederos cada año.

LíSER ACTUANDO COMO NAVAJA

Tal vez imaginas que Skarp funciona igual que como un “laser pointer” o puntero láser: diriges el rayo a cada vello que tengas en la cara, o estilo escáner, como si estuviéses “barriendo” la cara, pero no funciona así­.

Una rasuradora Skarp consiste en un mango de aluminio (aleación #6061, para aquellos que necesitan saber) de forma tal que sea duradera y liviana, a la vez que le da un aire de familiaridad ya que luce similar a las rasuradoras que toda la vida hemos conocido.

Donde tradicionalmente encontrarí­amos la navaja es donde radica la gran diferencia entre Skarp y una rasuradora convencional.

Tras su lanzamiento al mercado y aprobación por las autoridades sanitarias de EE.UU. a finales de los 80, IPS rápidamente se convirtió en el método preferido para la remoción de vellos y ciertos tratamientos dermatológicos. Sin embargo, IPS tení­a una falla: no podí­a “cortar” vellos de color claro de la misma forma que lo podí­a hacer con vellos oscuros.

Morgan Gustavsson, inventor de IPS y uno de los creadores de Skarp, continuó trabajando en resolver el problema hasta que en 2009 descubrió una luz con el color (“wavelength” o longitud de onda) capaz de cortar vellos de cualquier color. Sin embargo, la tecnologí­a láser del tamaño requerido para integrarse en una rasuradora no estaba aún disponible.

Es entonces que por fin, en 2013, Gustavsson pudo junto a uno de sus socios resolver el problema.

El láser puede actuar como una navaja gracias a una partí­cula llamada “chromophore” o cromóforo, presente en el vello de todos los seres humanos sin importar edad, género o raza y capaz de absorber luz de ciertos tipos de longitud de onda. Con el color correcto, el cromóforo cede y es ahí­ donde el vello es “cortado”.

Cuando te afeitas con Skarp (que quiere decir afilado en sueco), no está operando todo el tiempo – este sólo se activa justo al momento de hacer contacto con el vello. El resultado, según sus creadores, es una afeitada sin precedentes.

Skarp opera con una baterí­a o pila AAA. Su láser es efectivo por unas 50,000 horas (aproximadamente 2,000 dí­as de afeitada contí­nua), y dado a que es de baja potencia, es seguro para uso casero y no debe afectar la visión, según sus creadores.

Por otra parte, rasurarse con Skarp no tomará más tiempo del que tomarí­a con una rasuradora normal, se puede usar en la ducha y no produce olor alguno porque no quema el vello. También es oportuno notar que estos afirman que Skarp no causará las complicaciones asociadas a la remoción de vellos por láser debido a que este láser no emite luz ultravioleta y la potencia del láser es demasiado baja como para causar daño.

¿CUANDO LA PUEDO COMPRAR?

Skarp es un proyecto que está en la búsqueda de fondos por medio de la página Kickstarter. Sin embargo, estos ya no tienen que buscar mucho.

El capital que buscaban levantar en 30 dí­as era de US$160,000. En tan solo 24 horas luego de haber lanzado en Kickstarter, Skarp habí­a alcanzado la meta. Al momento de escribir esta nota, el proyecto ya tiene sobre 8,000 inversonistas, totalizando $1,364,818.

Con este resultado, que francamente no me sorprende, se espera que los creadores de Skarp empiecen a trabajar inmediatamente reciban los fondos y proyectan lanzar en marzo de 2016, si es que no surgen complicaciones en el camino.

Habrá que ver cómo reaccionarán las marcas multinacionales como Gillette, que tal vez ya tienen algo como esto desde hace años y que, ante la falta de incentivo (competencia), no lo han lanzado al mercado.

Con Skarp y sus casi 1.3 millones de dólares de capital, tal vez cambien de parecer.